Catequesis del Papa
A continuación compartimos el texto completo de la homilía
de Francisco en la audiencia del miércoles 29. Francisco reflexionó sobre las
obras de misericordia y su significado. Así, ha advertido sobre las ocasiones
en las que pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y no nos damos
cuenta.
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del Jubileo,
hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos invita a
hacer un serio examen de conciencia. Está bien, de hecho, no olvidar nunca que
la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Una cosa
es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Una persona puede ser
misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo
vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es
hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Parafraseando las palabras
de Santiago apóstol (cfr 2,14-17) podemos decir: la misericordia sin las obras
está muerte en sí misma. ¡Es precisamente así! Lo que hace viva la misericordia
es su constante dinamismo para ir al encuentro de los necesitados y a las
necesidades de los que están en la penuria espiritual y material. La
misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar…
La vida cotidiana nos permite tocar con la mano muchas
exigencias que tienen que ver con las personas más pobres y más probadas. A
nosotros se nos pide esa atención particular que nos lleva a darnos cuenta del
estado de sufrimiento y necesidad en la que están tantos hermanos y hermanas. A
veces pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y parece que no nos
tocan; todo continúa como si nada, en una indiferencia que al final hace
hipócritas y, sin que nos demos cuenta, conduce a una forma de letargo
espiritual que hace insensible el alma y estéril la vida. La gente que pasa por
la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver
tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es
gente que no sirve a los otros. Y recordad bien: quien no vive para servir, no
sirve para vivir. (Ver más)