Oficina de Prensa, Arzobispado de Paraná | Jueves 8 de Marzo de 2018

 

Feliciano: Patronal San José

El lunes 19 se conmemora la festividad de San José. En la comunidad de Feliciano comenzó el sábado 10 la novena patronal que se desarrollará hasta el domingo previo.

Durante cada día un sacerdote predica sobre un tema, habrá confesiones a las 19.00 y misa a las 20.00. En tanto, el domingo 18 hará lo propio Mons. Juan Alberto Puiggari, a las 23.00, tendrá lugar la Adoración y a media noche se hará el festejo.

El lunes 19, día de la Solemnidad, a las 7.30 será la misa de hombres; a las 9.00.acto cívico religioso; a las 10.00 caravana y las 18.30 procesión y Santa Misa. 

 

Panel Voces por la Vida

Organizado por la Universidad Católica Argentina, la Asociación de Pastores de Entre Ríos y la Red de Familias Entrerrianas, se realizará el Panel Voces por la Vida.  La actividad tendrá lugar el jueves 15 a las 20.00 en la sede de la UCA. Allí se dará el espacio para un abordaje interdisciplinario sobre la temática de la vida humana, puesta hoy en debate. Se hará un análisis desde el ámbito legal, médico, psicológico y político. El panel es con entrada gratuita y se entregarán certificados.

Panelistas:

Dr. Pablo Folonier

Lic. Claudia Gómez Arpi

Dr. Raúl Martínez

Dr. Cesar E. Melchiori

Inscripción on line
 

Jornada de Oración

En unidad con la iniciativa del Papa Francisco, a vivir las 24 horas para el Señor, se invita este viernes a las comunidades que tenga capilla u oratorio de adoración eucarística, ofrezcan libremente un tiempo de oración por la conversión del corazón de cada cristiano y por el cuidado de la vida humana en todas sus formas. En las parroquias que no tengan capillas se invita a que se ofrezca la misa por esta intención.

 

Se inició la Novena en honor al Santo Cura Brochero

Desde el 7 y hasta el 15 de marzo se desarrolla la Novena en honor al Santo Cura Brochero.

El P. José Gabriel del Rosario Brochero, fue declarado santo el 16 de octubre del 2016, de esta forma se convirtió en el segundo santo de Argentina después de Héctor Valdivieso Sáenz.

“Día de la mujer: Vida Plena para todas las mujeres”

Compartimos el mensaje del Departamento de Laicos (DEPLAI), el Área de la Mujer, la Comisión Episcopal de Laicos y Familia (CELAF) y la Conferencia Episcopal Argentina, en referencia al Día de la Mujer.

El Día Internacional de la Mujer conmemora el denodado trabajo que hacen las mujeres por su participación en la sociedad y en su desarrollo integral como personas, en igualdad con los varones. Es un día para pensar acerca del valor y la dignidad de cada mujer, dignidad que se vio y se ve opacada en muchos momentos de la historia y en muchos lugares del mundo. De hecho, la cuestión de las mujeres es un signo de los tiempos (GS 9,4)

No hablamos de “la mujer” como una idea abstracta sino de las mujeres concretas que viven, trabajan, estudian, crecen, luchan, gozan y sufren. Los rostros conocidos y los desconocidos.

Desde nuestra fe cristiana, tenemos, además, muchos motivos para avalar la común dignidad de varones y mujeres. Desde el inicio, la Biblia nos habla de ese valor, al decirnos que Dios creó al hombre varón y mujer y al finalizar su obra ve y goza con la maravilla que ha creado (Gn. 1, 26-31).

Jesús tiene discípulos y también discípulas que lo acompañaron en su misión, lo siguieron hasta la cruz y fueron testigos de la resurrección. El documento de Aparecida, fruto de la reunión de la V Conferencia Episcopal Latinoamericana, habla en diversos lugares de la necesidad de trabajar en la promoción integral de las mujeres (nº 451-458). Y la reflexión del Papa Francisco sigue por esa línea, en la exhortación sobre el amor en la familia, él ve “una obra del Espíritu en el reconocimiento más claro de la dignidad de la mujer y de sus derechos” (AL, 54).

Francisco da un paso más y denuncia la violencia ejercida contra ellas: “No se terminan de erradicar costumbres inaceptables. Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación (…) Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones.” (AL, 54).

Yendo a nuestra realidad argentina, queda claro que no sólo hay que hablar a favor de la dignidad de las mujeres, sino también emprender un trabajo concreto para erradicar toda forma de maltrato, violencia o inequidad contra ellas. Es una tarea que tenemos que reclamar a las instituciones y a las autoridades pero que comienza también en nuestras casas, entre nuestros amigos y en nuestras comunidades.

Anhelamos la vida plena, justa y digna, especialmente para aquellas mujeres pobres, marginadas, que no tienen acceso a la salud o a la educación y que a menudo crían solas a sus hijos, atienden a los mayores de la familia y trabajan duramente en medio de enormes dificultades. Ellas nos dan continuamente testimonio de la defensa de la vida. A todas las mujeres, pero especialmente a ellas, saludamos en este día, nos comprometemos a trabajar para que tengan una vida más justa y digna y le pedimos al Señor por intercesión de María, la mujer nueva, que las bendiga, las cuide y acompañe.

 
Iglesia en el Mundo

Catequesis del Papa

Texto completo de la catequesis en la Audiencia General del miércoles 7. Allí Francisco hablo de la Plegaria Eucarística.

“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Continuamos la catequesis sobre la santa misa y con esta catequesis nos centramos en la Plegaria Eucarística. Cuando finaliza el rito de la presentación del pan y del vino comienza la Plegaria Eucarística que califica la celebración de la Misa y constituye su momento central, ordenado a la santa Comunión. Corresponde a lo que hizo el mismo Jesús en la mesa con los apóstoles en la Última Cena, cuando "dio gracias" sobre el pan y luego sobre la copa de vino (cf. Mt 26,27; Mc 14:23; Lc 22,17.19; 1 Cor 11,24): su acción de gracias revive en cada Eucaristía nuestra, asociándonos con su sacrificio de salvación.

Y en esta solemne plegaria - la plegaria eucarística es solemne - la Iglesia expresa lo que  cumple cuándo celebra la Eucaristía y el motivo por el que la celebra, es decir hacer comunión con Cristo realmente presente en el pan y en el vino consagrados. Después de invitar al pueblo a elevar sus corazones al Señor y a darle  gracias, el sacerdote pronuncia la Plegaria en voz alta, en nombre de todos los presentes, dirigiéndose al Padre a través de Jesucristo en el Espíritu Santo. "El sentido de esta oración es que toda la asamblea de los fieles se una con Cristo en la confesión de las maravillas de Dios y en la ofrenda del sacrificio." (Instrucción General del Misal Romano, 78). Y para unirse debe comprenderlo. Por esta razón, la Iglesia ha querido celebrar la misa en la lengua que la gente entiende, para que todos puedan unirse a esta alabanza y a esta gran plegaria  con el sacerdote. En verdad, "el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio" (Catecismo de la Iglesia Católica, 1367).

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