El sucesor, el padre Francisco Álvarez, deseoso de un patrono o patrona de la ciudad, decide la realización de un plebiscito popular. La elección es entre la Virgen del Rosario, San Miguel Arcángel y Santa Rosa de Lima. El plebiscito se realizó el 1 de enero de 1825. Resulto electa la Virgen del Rosario.
Este hecho nos permite tener una idea de la importancia concebida a los patrocinios y la repercusión popular de tales acontecimientos.
La Virgen del Rosario está unida a la historia de Paraná y de la Provincia de Entre Ríos. Monseñor Guilland le consagra toda la diócesis y Monseñor Tortolo corona solemnemente a la patrona de la ciudad.
La Virgen bajo esta advocación preside la primera bendición de nuestra bandera el 25 de mayo 1812. Patriotas tales como Belgrano, Güemes y Arenales, se cuentan entre sus devotos.
Es también venerada en provincias como Jujuy, San Luis, San Juan y Mendoza.